martes, julio 29, 2008

Entrevista a Julián Hernández, líder de Siniestro Total

'Si tuvieramos nostalgia, sería terrorífico'

Siniestro Total está de nuevo en la carretera con la gira de su último disco Que parezca un accidente. El periodista Raúl Cosano, amigo de El Rock de la Urbe, charló con su líder, Julián Hernández, sobre sus proyectos empresariales, la nueva etapa de la banda o el disco de country que están preparando.

¿Qué se siente al ser empresario discográfico?
Tampoco es eso, hombre. Hacemos lo que podemos pero en pequeñas diócesis, a minúscula escala y a lo que se pueda hacer. No se trata de una pretensión salvaje de compañía de discos, sino de ir sacando adelante algo de música. Sobrevivimos para hacer proyectos más cercanos, las cosas que se nos ocurren a tres o cuatro. Pero en ningún caso es pluriempleo.

¿Qué espectro estilístico abarca Discos de Freno?
Nada más que los proyectos más cercanos y cuando se tenga dinero. Lo que sí hay son algunos criterios. Si podemos tener una estructura montada, en el momento en que tengamos el trabajo hecho y la pasta disponible, las sacamos adelante. Desde cosas más pop, hasta más de vanguardia o de lo que se nos ocurra. No podemos competir en absoluto con nadie. Es una estructura pequeña que se puede mover en una medida lógica. Si pudiéramos editar, por ejemplo, libro-disco, lo haríamos, pero hay que considerar el dinero y haríamos cosas escandalosamente rentables.

¿Cómo se llevan a cabo tantos proyectos?
¡Eso mismo me pregunto yo! ¡Pues tirando como se puede y quitándote horas de sueño, supongo! También aparcando alguna cosa en un momento dado y tirando por otro sitio, dejando que alguien tire de ti para ir avanzando medianamente bien... Alex, el chaval que está haciendo el videojuego de los Cronocrímenes, la película que ha hecho Nacho Vigalondo, me decía que vivimos en un constante pluriempleo. Eso forma parte del espectáculo.

¿Le molesta que le llamen polifacético?
Hombre, no es que me moleste... ¡Es que es más pluriempleo que otra cosa! Por ser fieles a la verdad, puedo decir que no soy polifacético. El Gran Wyoming decía que si le daban un lápiz y un papel, él escribía; si le ponían delante una cámara, hacía televisión, y si le colocaban una banda y al Maestro Reverendo con el teclado, pues hacía música, pero en realidad todo era lo mismo. En mi caso, pasa igual.

¿Qué ofrece la actual formación de Siniestro Total sobre el escenario?
Ahora estamos de gira, con el disco éste nuevo de Que parezca un accidente, y al mismo tiempo que tocamos en directo por todo el país le damos vueltas a un álbum de country, pero eso es lógico.

¿Lógico? ¿Por qué?
Galicia está arrinconada allí en el oeste y por eso en algún momento teníamos que tirar para el country o el western. Es algo natural. Y en ésas estamos.

¿Tocarán las canciones clásicas y emblemáticas?
Nunca sabemos muy bien cuáles son. En el disco no se escogieron canciones para grabar, eran simplemente las que estábamos haciendo en la gira. Y decidimos que no se parecieran en nada a las que ya estaban grabadas porque si no, hubiera sido muy aburrido. Por un lado, es bueno tener mucho repertorio porque ves que puedes escoger, pero eso también es difícil. Siempre nos tiramos un mes y medio seleccionando las canciones de la gira.

¿Hay canciones que se han cansado de tocar?
No creas... Curiosamente, nos ha pasado al revés, con canciones que no tocábamos desde hacía mucho tiempo, las hemos intentado recuperar y las hemos dejado porque no nos salían. Otras veces sí que sale bien esa recuperación de la canción y sale adelante. Si la canción no funciona en el local, lo mejor es no intentarlo más. Es que, al fin y al cabo, las canciones son como los hijos. Unos te salen tontos, otros listos, otros se te van de casa pronto y ya no los ves más en toda tu vida y otros se quedan hasta los 40 y son un coñazo. Depende.

¿Por qué siguen en esto?
Porque si no nos lo pasáramos bien, no tendría sentido nada de esto y, si la maquinaria no funcionara, tampoco. Lo que hace que funcione es que el grupo suena bien, está en un buen momento. Conseguimos no tirarnos los trastos a la cabeza con lo cabezotas que podemos llegar a ser y eso ya es mucho... y nos deja ese margen suficiente para sobrevivir. El día que no veamos las cosas claras, pues se acabó. Eso lo tenemos claro. En parte, seguimos en la carretera porque somos muy cabezones.

¿Hay nostalgia?
No, qué va, no hay nada de eso. La nostalgia es un sentimiento reaccionario. Tampoco hay que decir que ahora recuperamos canciones del pasado. Las canciones las tenemos ahí y no hay que recuperarlas ni pensar en qué bonito fue todo aquello. No nos hace ninguna falta vivir de las rentas. Hacemos las cosas en la medida en que las necesitamos y nos parece conveniente. Si tuviéramos nostalgia, todo esto sería terrorífico.

jueves, julio 17, 2008

Ésta es una noche de rock and roll

Barricada pasó por Reus el 22 de junio con un concierto de casi dos horas en el que repasaron los mejores temas de sus veinticinco años de historia.

Un, dos, tres… fuego. Veinticinco años no son nada. Barricada sigue dando guerra sobre los escenarios y, como quedó demostrado en Reus (Tarragona), todavía tiene cuerda para rato. Los navarros no han perdido ni un ápice de su fuerza en directo. Sus conciertos son puro rock and roll… del de antes y del de ahora. Se han renovado con el paso de los años y ahora están viviendo una segunda juventud. Sus seguidores también lo han hecho. Los más veteranos llevan de la mano a las nuevas generaciones para que conozcan de cerca a la banda que revolucionó el rock en este país allá por los años 80; y los más jóvenes saltan y se emocionan por primera vez con “Animal caliente”, “Písale”, “Rojo” o “En la silla eléctrica”.

En Reus, Barricada dio otra lección. Como ya es habitual, la luces se apagaron para dar paso a la intro de "Sean Bienvenidos". El público, que todavía estaba celebrando que España se había cargado a Italia y ya estaba en semifinales de la Eurocopa, entró pronto en calor, hasta el punto de que una fan enloquecida les lanzó un sujetador. Y sí, El Drogas lo cogió y se lo puso. La imagen no tenía desperdicio. Estaba claro: era una noche de rock de roll. Barricada lleva un cuarto de siglo en la carretera y tiene muchas cosas que decir. Y ahora que están de aniversario, más aún. El concierto duró dos horas, pero pudieron ser muchas más. Los de Pamplona tocaron sus mejores temas, para disfrute de los fieles “barriqueros” que se agolpaban en el recinto reusense. “Deja que esto no acabe nunca”, “No sé que hacer contigo”, “Obsesión”, “Tiempos que arden”, “Todos mirando”… Una a una, las canciones iban sonando, mientras El Drogas, El Boni y Alfredo se intercambiaban el micrófono y el protagonismo. Lástima que el sonido no acompañara del todo…

Fue un recorrido por la historia de una de las mejores bandas de rock urbano del panorama nacional. Sus seguidores de toda la vida volvieron a sus años mozos de calimocho y mala vida con “No hay tregua”, “Lentejuelas” o “Bahía de Pasaia”. Mientras los más jóvenes, aquellos que en los años 80 ni siquiera habían nacido cuando Barricada daba sus primeros pasos en el barrio pamplonica de la Txantrea, dejaban claro que ellos también son “barriqueros” coreando cada estrofa de “Blanco y negro”, “Oveja Negra”, “Sofokao” o “Víctima”.
Por unas horas, la Fiesta Mayor de Reus se olvidó de San Pedro y vibró con una inolvidable noche de rock and roll.