Está visto que el rock en castellano tiene poco tirón en Cataluña. La segunda edición del festival Vila-seca a Tope dio un salto de calidad y reunió en una misma noche a Devolución Zero, Centinela y Koma –en la primera tocaron Maneras de vivir (versiones de Leño) y The Bon Scott Band–. El concierto era gratuito, pero ni por esas. El parque de La Riera, rodeado de bloques de pisos con algún que otro vecino asomado a la ventana, no se llenó ni por asomo. Una semana después, a apenas seis kilómetros de allí, el Dj posturitas David Guetta sí llenó una conocida discoteca de la localidad. Y eso que las entradas costaban entre 45 y 55 euros. Increíble, pero cierto.
El grupo local Devolución Zero fue el primero en subir al escenario. Acaban de sacar su segundo disco, ‘Despacio’ –grabado en los estudios Sonido XXI bajo la producción de Javier San Martín–, y están de gira promocionándolo. Estaban en casa, con su gente, y querían lucirse. No se pusieron nerviosos. El quinteto se dejó de florituras y apostó por una base rítmica sencilla y unos riffs solventes y efusivos. La voz de su cantante, Xavier Moreno, recordaba por momentos al mejor Rulo de La Fuga. De hecho, el vocalista cántabro es uno de sus referentes: colaboró con ellos en un tema de su primer álbum. A pesar de su juventud, los vilasecanos mostraron buenas maneras. Son una banda a tener en cuenta. En su repertorio, canciones de rocanrol, como ‘Que el tiempo se detenga’, ‘En la misma pared’ o ‘Hada’.
Los más heavies del lugar se acercaron para ver sobre todo a Centinela. Incluso había un grupo de seguidores de Zaragoza. Los albaceteños se han consagrado como una de las bandas más potentes del rock duro nacional. Y todo, pasando de discográficas y montándoselo a su manera. En Vila-seca arrancaron con nostalgia, con el tema ‘Rey del tiempo’ de su primer disco ‘Sangre Eterna’. La reciente marcha de su guitarrista Juan Parreño y su conversión en cuarteto no ha restado potencia a su sonido. Suenan muy duros. El espectacular torrente de voz de Cano hace todo lo demás. Se exhibió en ‘Como un huracán’, ‘Siéntelo’ o en el adelanto de su nuevo disco (que podría ver la luz en diciembre) ‘Hueso y Piel’. Lástima que en plena actuación se fue la luz y el concierto estuvo parado durante algo más de una hora. Ese contratiempo redujo considerablemente el show de Centinela y enfrió el ambiente. La electricidad volvió, aunque apenas les dio tiempo a tocar cuatro canciones más. Los asistentes se quedaron con ganas de más, pero estas son las cosas del directo.
Koma cerró el festival a lo grande. Los pamploneses, con una pose muy metalera, repasaron sus temas más populares y sobados: ‘Mi jefe’, ‘Aquí huele como que han fumao’, ‘El marqués de Txorrapelada’, ‘Bienvenidos a degüelto’… Su último disco, ‘La maldición divina’, pasó más desapercibido: tocaron ‘Sin oxígeno’-con la que abrieron su actuación-, ‘La almohada cervical’, ‘El exorcista’ y poco más. Fueron a lo seguro, y les bastó. A pesar del poco público, se lo curraron. Son un espectáculo. Brigi no paró de hacer muecas y escupir en el escenario. Es un artista. Sacó a cantar al batería de Devolución Zero, al que bautizó como ‘Mini Brigi’, y hasta compartió micrófono con un chaval que se atrevió a subir a las tablas. Todo, bajo control. Los más profanos en su música gozaron de lo lindo y los más fieles se fueron algo menos impresionados, pero satisfechos. Yo me fui a casa con una púa del guitarrista Natxo Zabala.
El grupo local Devolución Zero fue el primero en subir al escenario. Acaban de sacar su segundo disco, ‘Despacio’ –grabado en los estudios Sonido XXI bajo la producción de Javier San Martín–, y están de gira promocionándolo. Estaban en casa, con su gente, y querían lucirse. No se pusieron nerviosos. El quinteto se dejó de florituras y apostó por una base rítmica sencilla y unos riffs solventes y efusivos. La voz de su cantante, Xavier Moreno, recordaba por momentos al mejor Rulo de La Fuga. De hecho, el vocalista cántabro es uno de sus referentes: colaboró con ellos en un tema de su primer álbum. A pesar de su juventud, los vilasecanos mostraron buenas maneras. Son una banda a tener en cuenta. En su repertorio, canciones de rocanrol, como ‘Que el tiempo se detenga’, ‘En la misma pared’ o ‘Hada’.
Los más heavies del lugar se acercaron para ver sobre todo a Centinela. Incluso había un grupo de seguidores de Zaragoza. Los albaceteños se han consagrado como una de las bandas más potentes del rock duro nacional. Y todo, pasando de discográficas y montándoselo a su manera. En Vila-seca arrancaron con nostalgia, con el tema ‘Rey del tiempo’ de su primer disco ‘Sangre Eterna’. La reciente marcha de su guitarrista Juan Parreño y su conversión en cuarteto no ha restado potencia a su sonido. Suenan muy duros. El espectacular torrente de voz de Cano hace todo lo demás. Se exhibió en ‘Como un huracán’, ‘Siéntelo’ o en el adelanto de su nuevo disco (que podría ver la luz en diciembre) ‘Hueso y Piel’. Lástima que en plena actuación se fue la luz y el concierto estuvo parado durante algo más de una hora. Ese contratiempo redujo considerablemente el show de Centinela y enfrió el ambiente. La electricidad volvió, aunque apenas les dio tiempo a tocar cuatro canciones más. Los asistentes se quedaron con ganas de más, pero estas son las cosas del directo.
Koma cerró el festival a lo grande. Los pamploneses, con una pose muy metalera, repasaron sus temas más populares y sobados: ‘Mi jefe’, ‘Aquí huele como que han fumao’, ‘El marqués de Txorrapelada’, ‘Bienvenidos a degüelto’… Su último disco, ‘La maldición divina’, pasó más desapercibido: tocaron ‘Sin oxígeno’-con la que abrieron su actuación-, ‘La almohada cervical’, ‘El exorcista’ y poco más. Fueron a lo seguro, y les bastó. A pesar del poco público, se lo curraron. Son un espectáculo. Brigi no paró de hacer muecas y escupir en el escenario. Es un artista. Sacó a cantar al batería de Devolución Zero, al que bautizó como ‘Mini Brigi’, y hasta compartió micrófono con un chaval que se atrevió a subir a las tablas. Todo, bajo control. Los más profanos en su música gozaron de lo lindo y los más fieles se fueron algo menos impresionados, pero satisfechos. Yo me fui a casa con una púa del guitarrista Natxo Zabala.
Comentarios
Tambien he de decir , que por lo menos en la zona donde yo vivo, no se ve nunca ningun cartel de ningun concierto, y no es que viva perdido en el monte. Menos mal que gracias a internet, podemos ver paginas como la vuestra y otras y estar un poco al dia, de conciertos y lanzamientos.Sin nada mas me despido, esperando que esta situacion cambie un poco, y podamos llenar todo el aforo, de todos los conciertos.Gracias
salut y rock
Miguel