jueves, marzo 16, 2017

El Malo del Cuento se conecta al mundo

Los barrios de Ponent son el bastión rockero de Tarragona. En los ochenta mamaron de Leño, Topo, Barricada o Los Suaves. Y el poso allí sigue. La última banda surgida a su a amparo es El Malo del Cuento, un quinteto de La Floresta formado por músicos con experiencia en otras formaciones: Ángel Calvo (Neban), Miguel Ángel ‘Jagger’ (Korrupción Masiva) y Gorka Echániz, Dani Vázquez y Carlos Baos (Ausentes).

"Después de terminar con proyectos anteriores va pasando el tiempo y sigues componiendo, escribiendo letras y siempre tienes inquietudes y ganas de empezar nuevos proyectos. Tuvimos la gran suerte de conocernos o coincidir y nos juntamos para montar todo este tinglado", comenta Ángel.

El Malo del Cuento se formó a finales de 2015 y el pasado febrero sacó su primer disco, 'Conexión al Mundo', "al más puro rock nacional de toda la vida". Fue producido por Xavi Moreno (EQ Estudi) y cuenta con las colaboraciones de Balta de La Desbandada, Teo y Berni de Números rojos, Martín Romero de Bocanada y el propio Xavi Moreno, vocalista y guitarrista también de Distrito rojo.

El título del álbum, asegura Ángel, "es una pequeña critica a todo el mundo que esta enganchado a la televisión, internet y a los teléfonos móviles y se olvida de lo verdaderamente importante , que es conectarnos con las personas cara a cara, salir, compartir conversaciones...".

La presentación del disco será este sábado en el Centro Social de La Floresta. Será el primer concierto de la banda. "Queríamos arrancar en casa y compartirlo con toda la gente cercana y que nos ha apoyado. Desde el primer momento nos dieron total libertad para hacerlo en el local social y les estaremos eternamente agradecidos". Ekko será el artista invitado.

Subirse por primera vez al escenario para defender las canciones "es difícil porque es el principio de todo y quieres que salga perfecto, pero es el momento más esperado, ya que se está con muchas ganas de tocar en directo, disfrutar con el público y sentir el calor".

 "Ahora vienen unos meses movidos de no parar, pero, aún así, seguimos cerrando fechas y añadiendo más", añade Ángel.

El Malo del Cuento ha venido para quedarse. "Dentro de cinco o diez años estaremos dónde la música y la gente nos lleve, pero éste no va a ser el último ni el penúltimo disco. La mejor canción siempre está por escribir".

miércoles, marzo 15, 2017

Manuel Martínez (Medina Azahara): 'Somos como feriantes'


El cantante Manuel Martínez es el único miembro de la formación original de Medina Azahara. La banda cordobesa, fundada en 1979, es uno de los máximos exponentes del rock andaluz protagonista en los años ochenta. Su carrera es tan prolífica como exitosa: diecinueve discos de estudio y tres directos le han convertido en uno de los referentes de la escena nacional. En 2016 volvió a la carga con 'Paraíso perdido', álbum con el que están de gira por toda España y con el que cruzarán en breve el charco.

Disco nuevo y gira. Son incombustibles. 
Lo de los músicos es una cosa diferente. Nos sentimos muy bien, el disco es está siendo un éxito y vamos a intentar hacer una gran gira. 

Asegura que ‘Paraíso perdido’ es el mejor disco del grupo. Suena a tópico. 
Lo dije un poco de broma cuando estábamos grabándolo y luego resulta que nuestros seguidores dicen que es el mejor disco de Medina Azahara. Creo que es poner el listo demasiado alto, aunque sí que es verdad que es uno de los mejores, sobre todo en los matices y los registros vocales. 

Es más pausado, menos hard rockero. 
Hay dos o tres baladas, pero luego las bases musicales son bastante fuertes. Hay temas muy divertidos y otros muy potentes. En directo es donde más se ve todo esto. 

¿Mantiene su espíritu hippy? 
Pertenezco a la última etapa hippy y no cabe duda de que es un movimiento que me gustó mucho. En mis canciones siempre hablo de la libertad y en contra de las guerras. Todas las personas pensamos un poco de la misma manera. Dime alguien que no odie las guerras o no ansíe vivir de una forma libre y coherente. 

¿‘Paraíso perdido’ es una metáfora de que al fin ha encontrado su mundo idílico? 
No va por ahí. Es un título sugerente porque veníamos de hacer otro que se llama 'Las puertas del cielo' y decidimos ponerlo un poco bíblico también. 

¿Cómo ve el mundo? 
Está un poco raro. Cada vez existe más ambición, por el dinero, por las cosas que dan poder. Por eso nosotros intentamos hacer una metáfora en cada canción y decir que se puede vivir mucho mejor. 

Medina Azahara lleva 19 discos de estudio. ¿No le aburre su trabajo? 
Cuando estamos terminando un disco ya estamos pensando en el siguiente. Dedicarme a la música y hacer feliz la gente que nos escucha es lo más bonito que me ha podido pasar. 

¿Cómo lleva las promociones, las entrevistas, las fotos con los fans...? 
Si voy por la calle y me piden una foto nunca me niego. Para mí es un honor que la gente me reconozca, aunque soy muy vergonzoso y tímido y me da corte. Las entrevistas son habituales cada vez que sale un disco y vamos de gira, tenemos que hacerlas y nos gusta. 

¿Cuándo están de gira son de furgoneta y carretera? 
Sí. Nosotros tocamos igual en Barcelona, en Reus o en pueblo de la sierra de Huelva. Ir en furgoneta es más familiar, vamos todos juntos hablando, contándonos tonterías, riendo... En abril nos vamos a Estados Unidos, Ecuador, México y Colombia y entonces sí tendremos que coger avión. 

¿Quién conduce? 
El teclista (Manuel Ibáñez). Siempre coge el volante desde que salimos hasta que llegamos al destino. 

¿Se sienten nómadas? 
Los músicos que tenemos giras intensas somos como feriantes. Vamos de un sitio para otro. De las ciudades a las que vamos solo conocemos los nombres a veces. 

¿No tienen tiempo para hacer turismo? 
Poquito. Cuando podemos nos gusta visitar los monumentos y las cosas de cada ciudad, pero son pocas veces. Nos hacemos al día 500, 600 o incluso 1.000 kilómetros de carretera y no nos da tiempo a conocer la ciudad. 

Son uno de los máximos exponentes del rock andaluz. 
Pertenecemos a ese movimiento porque somos de Andalucía. Fue una etiqueta que pusieron las compañías para identificar lo que era nuestra música. Pero nosotros somos gente que hace rock y vive del rock, sin etiquetas. 

¿Triana fue su espejo? 
Cuando Triana salió nosotros ya estábamos haciendo ensayos y mezclando rock y flamenco. Pero ellos fueron los que abrieron las puertas del movimiento. 

¿Usted cantaba flamenco? 
Yo he cantado de todo. Cuando era pequeño, con diez u once años, iba con un amigo por los bares cantando flamenco. - Pertenece a una generación autodestructiva.

¿Cómo se libró? 
Nunca me gustó participar demasiado del movimiento de las drogas, las bebida y fumar. Nunca he fumado, he bebido o me he drogado, así que soy un poco atípico en el mundo del rock. 

¿Cree en algo? 
Creo que hay algo o alguien que nos ilumina el camino que tenemos que seguir. Nunca lo he visto, pero quiero creer que hay un dios.