lunes, diciembre 31, 2012

Las calles están ardiendo

M Clan es una banda de genuino y puro rock & roll. No hay duda.  Con ‘Arenas movedizas’ ha vuelto a la senda que inició con ‘Memorias de un espantapájaros’. Atrás quedan los estribillos pegadizos y los sonidos de radiofórmula que les acercaron al pop. Los murcianos despidieron el año en La Riviera de Madrid. Al lado del río Manzanares. 

Derrocharon elegancia, actitud y, sobre todo, mucho talento. Están su momento álgido. Congregaron a unas 2.000 personas, algo al alcance de pocas bandas en los tiempos que corren. Tocaron diecinueve canciones en dos horas. El grueso del repertorio se basó en su última etapa. Carlos Tarque estuvo inmenso. Demostró, una vez más, que es una de las mejores voces del rock español. Los argentinos Guasones ejercieron de teloneros al más puro estilo Rolling Stones.

La actuación de M Clan superó todas las expectativas. Fue una de sus grandes noches. Acudieron si sección de metales (la crisis aprieta), otorgando más protagonismo a las guitarras de Ricardo Ruipérez y Cristóbal ‘Prisco’. La puesta en escena fue sencilla, sin alardes. Una intro dio paso a ‘Arenas movedizas’, tema con el que arrancaron. “Este es el mejor momento de manos arriba de todo el concierto”, dijo Tarque (repitió esta frase varias veces durante la velada). Para empezar se apoyaron en su material más reciente: ‘Rock & roll del siglo XXI’, ‘Para no ver el final’ y ‘Basta de blues’. Fue una muestra clara del nuevo camino que ha tomado la banda, cargado de rocanrol, blues, soul y letras desgarradas e intimistas. Vuelven a sonar a Led Zeppelin o The Black Crowes y han recuperado al público más rockero. 

Con un acústica excelente en la sala, los murcianos también retrocedieron a su etapa más comercial (no por ello exenta de calidad). El delirio llegó con ‘Maggie despierta’ y ‘Llamando a la tierra’. Fue el momento karaoke. Tarque, desatado, cruzó la sala entre el público y se subió a una de las barras principales, junto a las palmeras que adornan el recinto. El ambiente era de fiesta.  Antes sonaron ‘Perdido en la ciudad’ (de su primer disco ‘Un buen momento’), y las ‘Calles están ardiendo’, que reafirmaron que todavía hay esperanza a pesar de la panda de corruptos que nos gobiernan. “Viva Madrid’, espetó en varias ocasiones Tarque. El vocalista sacó la armónica en ‘Ritual’ y coló estrofas de ‘Pongamos que hablo de Madrid’ y ‘Hallellujah’ dentro de ‘Nadie se acordará de ti’, tema con el que iniciaron los bises.

“¿Queréis que toquemos ‘Carolina’? Vosotros sois los que habéis pagado la entrada”, sentenció antes de otro de los momentos estelares del concierto. El público enloqueció y coreó al unísono la canción. Los brindis con cerveza se sucedieron. Cerraron la actuación con ‘Miedo', que en directo suena aún más profunda,  y la exitosa ‘Quédate a dormir'. “¡Feliz año nuevo, Madrid. Portaos bien!", se despidió Tarque.

Set list
Arenas movedizas
Rock n roll del siglo XXI
Para no ver el final
Basta de blues
Escucha mi voz
Perdido en la ciudad
Roto por dentro
Noche de aullidos
Ritual
Las calles están ardiendo
Maggie despierta
Llamando a la Tierra
Para decirte adiós
Calle sin luz
Nadie se acordará de ti
Pasos de equilibrista
Carolina
Miedo
Quédate a dormir

viernes, diciembre 28, 2012

Deniro, una banda de cine

El actor salouense William Miller es conocido por sus papeles en series como Cuéntame, Águila Roja o Isabel. Es uno de los rostros más populares del cine y la televisión. En 2013 estrenará dos películas: La venta del paraíso y 5 de mayo, la batalla. Pero no sólo triunfa en su faceta de actor; acaba de publicar su segundo disco con la banda de rock Deniro. Se titula De héroes y gobernantes. “He sido músico antes que actor –fue líder del extinto grupo Candymen–. No son actividades enfrentadas, se parecen mucho. En el escenario interpretas tu papel, igual que en el teatro”, dice. 

Tras el éxito de su primer disco, con gira incluida por toda España, Deniro acaba de lanzar De héroes y gobernantes. Lo grabaron en los estudios Sadman de Madrid y fue mezclado en Finvox (Finlandia). “Este segundo álbum es más comprometido con los tiempos que vivimos. El rock siempre ha sido una voz y un refugio para el descontento en momentos complicados como el de ahora. He querido ser consecuente y hay algunos temas de denuncia social. Viví el movimiento 15-M muy de cerca y la actualidad más reciente hace necesario que no nos quedemos callados”, señala.

El sonido de la banda es muy variado, siempre dentro del rock. “No me gusta poner etiquetas. Las primeras críticas que estamos recibiendo del nuevo disco hablan de lo diferentes que suenan los temas entre sí. A veces parecen otros grupos tocando. Veo esto como algo positivo, ojalá nos lo sigan diciendo de aquí a diez años, si seguimos”, afirma.

Deniro se ha consolidado dentro de la escena rockera madrileña. “Madrid es un patio difícil para una cosas y fácil para otras. Es una ciudad muy musical, con infinidad de lugares para tocar y un público exigente  acostumbrado a los directos. Tengo suerte de formar parte de un grupo con músicos excelente, con años de experiencia en otras bandas”. El guitarrista Nano tocó anteriormente en Habeas Corpus.

Con su álbum de debut, El extraño disfrazado de normal, llegaron a un espectro muy amplio.  «El público del rock es generoso con los que trabajan y siempre está dispuesto a sentarse a escuchar. Si luego le gusta, se convierte en un público fiel. De ahí que la gira fuera tan extensa. Por desgracia no contamos con grandes plataformas comerciales para darnos a conocer, nuestra publicidad es nuestro directo», manifiesta.

Miller, afincado en Madrid desde hace varios años, se incorporó a Deniro casi por casualidad: “Un amigo me llevó a ver un grupo que buscaba cantante y surgió la oportunidad. Esta banda tiene algo distinto, creo que puede llegar a ser muy grande”. “Me encontré con un sonido maduro y personal al que era complicado dar una pincelada propia. Había cosas del grupo que me encantaban, como su influencia de Kyuss, A Perfect Circle o Toll, pero mi estilo se  acopla un poco más al sonido de Pearl Jam o Foo Fighters”, asegura.

Se tuvo que adaptar a cantar en castellano. Hasta su llegada a la banda siempre había cantado en inglés. “El paso ha sido difícil, duro y muy interesante. Es mucho más difícil componer en castellano, pero el léxico es, sin duda, mil veces más rico. Lo complicado es encontrar la melodía e intentar que no esté peleada con la letra”, comenta.

Ser un actor famoso no afecta a su carrera musical. "Nunca hemos publicitado que esta banda es la banda de... Espero ser lo suficientemente convincente como cantante como para que uno se olvide de eso. De lo único que nos ha servido que yo sea en alguna medida conocido es que nos han llamado para conciertos benéficos, pero nada más. Somos autofinanciados y salimos con el sello de Nano", concluye.