miércoles, agosto 27, 2014

Fallece Tony Urbano, bajista de Leño


El músico tarraconense Tony Urbano, bajista de los míticos Leño, ha fallecido hoy en Reus a los 58 años de edad a causa de una larga enfermedad. Su muerte deja huérfano al rock español, ya que estaba considerado uno de los padres del sonido más callejero y transgresor de este país. Es coautor de clásicos como 'Maneras de vivir', 'Sorprendente', '¡Corre corre!' o '¡Qué desilusión!' La noticia de su muerte inundó rápidamente las redes sociales –incluso se convirtió en trending topic durante varias horas en Twitter–, donde centenares de usuarios mostraron sus condolencias y le homenajearon recordando algunas de sus canciones más célebres.

Desde Tarragona, grupos como Ausentes o Abre Ke Paso, claramente influenciados por la música de Urbano, expresaron su pena por su desaparición. También le dedicó unas palabras la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que le definió como «una figura clave en la música española»: «Era seguido y querido no solo por su experiencia e intuición para la música, sino por su humildad y generosidad con sus compañeros y su particular visión sobre la figura del bajista, abogando siempre por la libertad de interpretación y la mente abierta a la hora de componer».
  
José Antonio Urbano Gornals dejó Tarragona para trasladarse a Madrid cuando tenía 17 años. Viajó con el batería y también tarraconense Ramiro Penas, con el que ya había formado un grupo en Tarragona que ensayaba en un local cerca del cementerio. En la capital, ambos empezaron acompañando al cantante estadounidense Paul Sebastian. Luego pasaron a formar parte de Coz con los hermanos Armando y Carlos de Castro (que mas tarde fundaron Barón Rojo).

Urbano se incorporó a Leño en 1979 (Ramiro había entrado un año antes en el grupo) para sustituir al bajista Chiqui Mariscal, que dejó a medias la grabación del primer disco homónimo de la banda. Urbano sólo participó en un tema de ese álbum, El tren. Junto con Rosendo Mercado, formaron uno de los tríos más importantes e influyentes de la historia del rock español. Sólo publicaron tres discos de estudio y uno en directo –en 2006 también se editó Vivo’83–. Se disolvieron en 1983, en la cúspide de su carrera. En 2010 volvieron a juntarse para dar un pequeño concierto sorpresa de cinco canciones en la Sala Caracol de Madrid con motivo de la presentación del CD tributo Bajo la corteza.

Urbano, que a lo largo de su carrera acompañó a Miguel Ríos, Luis Eduardo Aute o Rosa León, estuvo posteriormente en el grupo Zero. También destacó en su faceta de productor, participando en discos de bandas tarraconenses como Números Rojos, Presidents o El Toubab. «Era nuestro hombre de confianza», recuerda Paco Benítez, bajista de Números Rojos.

Una de sus últimas apariciones públicas  fue en el concierto de Boikot en la Sala Zero en noviembre de 2013. Ya con aspecto desmejorado, subió al escenario para tocar Maneras de vivir, canción que precisamente da nombre a un grupo tributo a Leño de Torreforta.

lunes, agosto 11, 2014

Extremoduro: De la arena al muelle de contenedores

Extremoduro hace mucho que dejó de ser un grupo marginal. Ahora toca en un escenario mastodóntico, arrastra a miles de personas a sus conciertos y clava 35 euros por entrada. Su nueva gira, ‘Para todos los públicos’, es de banda grande: por el montaje, lo bien que suena y porque llena allá por donde pasan. También es menos transgresora y más propia de divos del rocanrol. 

En el estadio municipal de fútbol de Salou reunió este viernes a 6.000 espectadores, más de los previstos inicialmente por la organización, que tuvo que retrasar la actuación media hora para que a la gente le diese tiempo a entrar. En la arena (a ese campo todavía no ha llegado el césped) había dos tipos de seguidores: los veinteañeros que han crecido con los discos ‘La ley innata’, ‘Material defectuoso’ y ‘Para todos los públicos’ y los de toda la vida (de treinta y muchos en adelante). Los primeros disfrutaron como locos; los segundos, no tanto.

A los Extremoduro de ahora no les gusta que les hagan fotos ni les graben en vídeo. Antes de empezar pidieron a los asistentes por megafonía que apagaran los teléfonos móviles durante el concierto. Tampoco le sentó bien a Robe Iniesta que alguien del público le tirara un cachi en la tercera canción. Amenazó con dejar de tocar y largarse. “Ya hemos cobrado así que me puedo ir a mi pueblo”, dijo. ¡Cómo hemos cambiado! Más allá de la lógica emoción de ver a este grupazo en directo dos años después de su última gira, el show arrancó algo frío, con un Robe un tanto distante. Pero con un escenario espectacular que emulaba el muelle de contenedores de un puerto. Los músicos salieron de detrás de uno para comenzar con el tema ‘Extraterrestre’ en versión instrumental, recurrido en toda la gira. Fue el inicio de una actuación partida en dos partes. La primera estuvo marcada primordialmente por sus canciones más recientes, como ‘Entre interiores’, ‘Locura transitoria’ o ‘Dulce introducción al caos’. También presentaron una inédita: ‘Canta la rana’. A la hora y media, la banda hizo su acostumbrado parón, esta vez de unos treinta minutos, como si fuese la ópera. Menudo corte de rollo. Eso sí, a los de la barra del bar les vino de lujo.

Tras el descanso, volvieron con más fuerza. La segunda parte superó con creces a la primera. ‘Prometeo’ y ‘Jesucristo García’ enardecieron al público, que ya permaneció enchufado hasta el final. Por fin llegó el turno de clasicazos como ‘Salir’, ‘Puta’ o ‘Ama, ama, ama y ensancha el alma’. Robe se mostró más complaciente con los asistentes e Iñaki ‘Uoho’, el más destacado de la noche, dio un recital con la guitarra. Hasta los temas más recientes ‘Poema sobrecogido y ‘¡Qué borde era mi valle!’ sonaron más enérgicos. Para cerrar eligieron ‘El camino de la utopías’ y su remake instrumental de ‘Rockin’ all over the world’ (John Fogerty) que arrastran desde los tiempos de Platero Y Tú. Fue el punto y final a tres horas y media (contando el intermedio) de un concierto en el que más de uno rejuveneció unos cuantos años. Y sirvió para dar el pistoletazo de salida a las Nits Daurades de Salou.

lunes, agosto 04, 2014

Burning: Con chulería y gafas de sol

De negro y con gafas de sol. Como en los setenta, como en los ochenta… Como siempre. Con chulería. “Ahora voy a bajar del escenario y les voy a comer la boca a todas las mujeres”. Johnny Cifuentes es un tipo singular, carismático. A sus 62 años sigue engrandeciendo la leyenda de Burning. Es el único miembro de la formación original que sigue en la banda, pero mantiene intacto su espíritu. Honra la memoria de los que ya no están. El grupo madrileño encabezó el sábado la Noche de rock’n’roll de Constantí (Tarragona). Fue un concierto gratuito de fiesta mayor de pueblo con aroma a gran cita. Completaron el cartel dos bandas tributo: Cretins (Ramones) y Papel Secante (Extremoduro).

La calle principal de esta localidad se llenó de gente. Desde el  Ayuntamiento –gobernado por CiU y Esquerra Republicana– hasta los dos lavabos portátiles instalados para la ocasión, pasando por un par de barras de bar. Ambiente festivo y muy rockero. Con poca chavalería. La media de edad rebasaba de sobras los treinta y cuarenta años.  Los mismos que lleva Johnny en Burning. El grupo madrileño no se quedó en sus grandes éxitos, no fue un revival. Hubo de todo, temas de su último y aplaudido disco ‘Pura Sangre’ y clásicos manidos como ‘Qué hace una chica como tú en un sitio como este’ o ‘Mueve tus caderas’. Tampoco escatimó en tiempo, estuvo dando caña durante dos horas.

Fue un regreso al Madrid canalla de la Movida, al rock and roll de Chuck Berry y los Stones. Un show cargado de nostalgia y conducido por unos músicos espléndidos.  Johnny, que sigue fiel a sus teclados, se ha rodeado de una gran banda (en formato quinteto) para mantener vivo el legado de Burning. Suena a las mil maravillas y encima transmite buen rollo. En Constantí, seguramente fue la primera vez que tocaron en un escenario del que sobresalían dos árboles. No eran de aderezo, sino la calle misma.

Camuflados allí, interpretaron ‘Jim Dinamita’, ‘Esto es un atraco’, ‘No es extraño que tú estés loca por mí’, ‘Es especial’ o sus más recientes ‘Willie Dixon’ o ‘Tú te lo llevas todo’. También recordaron a los Stones con un fragmento de ‘Satisfaction’.  Burning hizo cantar y bailar a un público cómplice y entregado durante toda la velada. Su época dorada ya ha pasado, pero sigue teniendo tirón y arrastra seguidores allá por donde pasa. Es un referente del rock en España.

Su actuación estuvo precedida por Cretins y sus versiones en catalán de los neoyorquinos Ramones. La banda local Papel Secante cerró la Noche de rock’n’roll con s tributo a Extremoduro.

viernes, agosto 01, 2014

Entrevista a Johnny Cifuentes, de Burning

'No queremos ser pioneros de nada' 

Johnny Cifuentes es el alma de Burning –es el único miembro de la formación original que sigue en el grupo– y uno de los grandes de la historia del rock en España. Este sábado, la legendaria banda madrileña encabezará la ‘ Nit del rock’n’roll’ de Constantí, que se celebrará a partir de las once de la noche delante del Ayuntamiento.

¿Qué queda de los Burning de los años setenta?
Aparte de seguir con la misma emoción e ilusión que cuando empezamos, lo más importante que queda son las más de 180 canciones grabadas en estos 40 años. Ha llovido desde aquellos años, pero el corazón sigue intacto y lleno de rock. También quedan los más de 2.000 conciertos que habremos hecho hasta ahora, una gran banda de rock y una tremenda honestidad y salvajismo a la hora de subirnos a cualquier escenario .

Cuando echa la vista atrás a sus inicios, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza?
Veo lo bien que hice al aceptar ser el vocalista del grupo de rock (Zovax) de mi barrio. Ahí empezó todo, me tiré al charco. Adoraba a los Stones, a los Doors, Led Zepelin... y soñaba hacer y vivir cosas como ellos. Luego vinieron los Burning, que es lo mejor que me ha ocurrido en mi vida. Durante el camino he saboreado muchas historias que no me podría haber imaginado en mi adolescencia, pero la carretera sigue estando ahí y nosotros la visitamos constantemente.

¿Se consideran unos pioneros del rock en España?
Nosotros no queremos ser pioneros de nada, sólo nos tocó empezar  en una época en la que la música era más para adormecer y atontar a la gente que para hacerla sentir y oír cosas que arañaban el alma.

Burning le ha dado éxito. ¿Cómo lo valora desde la perspectiva que da el tiempo?
Todo el mundo quiere ser una estrella del rock, ahora y en los años setenta. Se ha criticado al rock y a sus estrellas desde algunos sectores de la sociedad por pura ignorancia y envidia. Algunas veces, las mismas estrellas del rock buscaban con ahínco esas malas críticas para hacer más grande su historia.

¿Los rockeros son malditos?
La vida ligada al rock es igual que cualquier otra, sólo que mucho más divertida. Como en toda familia, en el rock hay gente que lo vive muy intensamente y otros que se dejan llevar.

¿Qué le motiva para seguir?
Por ejemplo, dar un concierto en Constantí, donde no hemos tocado nunca, es un nuevo reto, una nueva ciudad, gente a la que conocer, garitos que visitar, hacer que toda esa gente que va a tu concierto jamás lo olvide en su vida... Nosotros hacemos un tipo de rock que como se te meta dentro serás un burniano para toda tu vida.

Su último disco, ‘Pura sangre’, es un ejemplo de ello.
Puede que sea el disco más importante ahora mismo en la carrera de Burning. Hemos recibido mogollón de críticas felicitándonos por el trabajo y a los seguidores de la banda les ha emocionado. Es muy bueno desde que empieza hasta que acaba, nada de material de relleno. Refleja brutalmente el estado de la banda, con unas canciones que te arañan y otras que te harán viajar por el tiempo y el universo

¿Hay algún grupo que haya cogido el testigo de Burning?
Querido amigo, el testigo de Burning aún lo llevamos muy sujeto en nuestro corazón. Sabemos que hay bandas que han aprendido a tocar rock con nuestras canciones, pero eso es natural, nosotros también aprendimos de Chuck Berry y los Stones. Ahora hay una buena generación que viene dándole fuerte y eso me produce un gran placer.