viernes, junio 23, 2017

Ruido Ilegal: Y se hizo el silencio

Foto: Clara Pelegrina

Ruido Ilegal se hizo famoso en Tarragona antes de darse a conocer en directo. Su campaña de promoción fue tan barata como efectiva: empapeló la ciudad de pegatinas con su logo. Estaban por todas partes, farolas, señales, paredes… Marketing viral a la vieja usanza. Cuando sacó su primer y único disco, ‘Que se oiga tu voz’ (2015), a todo quisqui le sonaba este cuarteto de punk rock. Pegó fuerte en el circuito underground tarraconense y se recorrió España de norte a sur, pero algo no acababa de carburar. Justo dos años después de su primer concierto ha decidido hacer un parón indefinido. Se despidió de su público el pasado viernes en la Sala Zero, precisamente el lugar donde se estrenó en vivo.

La banda cerró una etapa, para “reordenar las ideas, fijar nuevos retos, y si volvemos que sea con más fuerza que nunca”. Si están cansados, no se notó. Fue un bolo emotivo, por eso de que era él último (al menos de momento), y porque debajo del escenario (que apenas se levanta un par de palmos del suelo) estaban todos los que tenían que estar: familiares, amigos, seguidores… Que hubiese más gente que en aquel primer concierto de mayo de 2015 dice mucho de la evolución que ha tenido este grupo. Sus miembros se pueden sentir satisfechos de lo que han conseguido.

El repertorio estaba claro. Con un solo disco publicado, poco margen les quedaba. Tocaron los ocho temas de ‘Que se oiga tu voz’, más alguna versión y un adelanto del que habría sido su segundo álbum. La banda ya tenía canciones compuestas y preparadas para pasar nuevamente por el estudio de grabación. Arrancaron con ‘Freetown’, una bofetada a aquellos que saquean y hunden en la miseria al continente africano, y siguieron con las cañeras ‘Navegando en Tierra’ y ‘Somos más fuertes’. Rock con pinceladas de ska y mucha mala leche en las letras contra las injusticias y los abusos.

Para la mitad dejaron las primeras sorpresas de la noche. Estrenaron ‘Antes de amanecer’, una evidencia de que Ruido Ilegal tiene aún mucho que decir, y rescataron el tema ‘El dinero no se come’, que el vocalista y guitarristaFran Rosa compuso en su paso anterior por otro grupo de punk rock de Tarragona, Extracto de Lúpulo. Las trompetas fueron protagonistas en la recta final. Por primera vez usaron este instrumento en directo en ‘Generación del 27’ y ‘La última danza’. El resultado fue una fiesta.

La banda, por cierto, cambió de formación en marzo, cuando el bajista Álvaro Bravo sustituyó a LitusAlemany y se unió a Fran Rosa, Raúl Borrás (guitarra) y Dani Porta (batería). Su completa integración quedó patente sobre el escenario. Cerraron la actuación con su canción emblema ‘Ruido sospechoso’ y con los asistentes agitándose en la pista.

Fue el punto y final (o seguido) de un cuarteto que puede presumir de haber teloneado en su corta carrera a Los Suaves, Manolo Kabezabolo y Mala Reputación.

Crónica publicada en Mariskal Rock

jueves, junio 22, 2017

The Mothercrow: 'Amamos el espíritu rebelde'


The Mothercrow surgió en Barcelona a finales de 2014. Su sonido va desde el blues y la psicodelia hasta el rock con tintes más heavy de principios de los 70. Con influencia s de grupos clásicos como Black Sabbath, Led Zeppelin o Grand Funk Railroad, pero también actuales como Radio Moscow, Kadavar, Blues Pills o Graveyard. El cuarteto fue seleccionado en abril de 2015 para el proyecto Cabal Musical del Taller de Músics, cuyo objetivo es promover bandas grupos emergentes. Lanzó su primer EP de tres temas en febrero de 2016 y el pasado marzo sacó el doble single 'On the Road'. Este domingo tocan en La Traviesa de Torredembarra, a las 20.30 horas, 6 euros.

¿No son muy jóvenes para la psicodelia?
No creemos que haya una edad temprana para ello. Tenemos la misma edad, incluso algún año más, que los grupos que nos apasionan cuando comenzaban a tocar a finales de los 60.

¿Cómo llegaron al rock de esa época? 
Musicalmente todos venimos del rock o del heavy, y como melómanos hemos ido indagando en sus raíces, aparte de otros estilos de la época.

¿Qué es lo que les enganchó de esa cultura? 
Amamos el sonido analógico, el espíritu rebelde y libre de los riffs y las letras, la estética...

Su primer EP homónimo bien podrá haberlo firmado una banda de entonces. 
¡Qué halago! En parte buscamos esa musicalidad, aunque a veces haya influencias más actuales. Ahora mismo estamos presentando dos nuevos singles, On the Road y Your Hell.

¿Han conseguido ya el sonido que buscaban o siguen evolucionando?
Ahora mismo, con el cambio de formación en la banda (con la incorporación de Álex Carmona a la batería y Gus Rodríguez a la guitarra) tenemos por seguro que vendrán cambios. Seguiremos con el mismo espíritu, tal vez más oscuro a veces por las influencias de las féminas de estilos más pesados, pero todo se asentará cuando se confirme la nueva formación.

En la portada de sus trabajos salen muy ‘retro’. ¿Visten así o es pose?
Vestimos así en nuestro día a día. En directo se puede buscar un estilo más extravagante, pero los campanolos y los flecos no faltan nunca.

¿Cuáles son las bandas en las que se fijan? 
Jimi Hendrix, Dust, Led Zeppelin o Grand Funk Railroad y discos como Lonesome Crow de los primeros Scorpions.

¿Se consideran un poco hippies? 
No, hippies precisamente no es el concepto. Nos gusta el movimiento, pero no nos consideramos.

¿Cuándo tendrán un larga duración? 
Después de los conciertos que nos quedan este verano nos tomaremos un break para poder componer. Y una vez confirmada la formación y consolidado todo, el siguiente paso será entrar a grabar un LP, sin duda.

A pesar de estar empezando ya han compartido escenario con bandas como la estadounidense Ecstatic Vision. 
Fue una experiencia buenísima, siempre es un honor compartir noche con referentes. Acabamos en el escenario con ellos tocando percusiones en su Astral Plane.

¿En qué tipo de ambientes encaja The Mothercrow? 
La verdad que no nos gusta encasillarnos en un solo público: desde heavys y psicodélicos hasta gente con gustos más clásicos de blues y rock. Nos sentimos cómodos en todo tipo de ambientes haciendo que el público fluya con nosotros.