lunes, enero 23, 2012

Entrevista a Purkinje

'Somos bastante adictos al porno'

Formado de las cenizas de lark about en el verano de 2011, los catalanes Purkinje acaban de grabar su primer disco,'Bukkake Social', autoproducido por ellos mismos. Con un sonido crudo y contundente, el grupo de Amposta se presenta con trece canciones que juegan con diferentes matices del rock, manteniendo esa acidez que sólo da la óptica punk. Temas muy diversos, con mala ostia y cantados en catalán.

Bukkake Social suena muy porno ¿no?
Bueno, somos bastante adictos al porno, eso es verdad. De todas formas, con el título del disco queríamos hacer pensar más acerca de la situación actual en el mundo que en la masturbación.

¿Qué queréis transmitir con este disco?
En las canciones abocamos todo lo que nos pasa y, dentro de eso, hay cosas agradables y cosas que no lo son tanto, que nos joden y cabrean. Así, lo que se transmite en las canciones son como pedazos de nuestras vidas, de nuestro día a día, ya que las utilizamos como medio para desfogarnos. Dicho esto, suponenmos que lo que transmite el disco es una mezcla de nuestras personalidades y nuestra opinión de lo que nos pasa, con un poco de humor, crítica e ironía, aunque, la verdad, hacemos las canciones y ya está, tampoco filosofamos mucho acerca de lo que queremos transmitir porqué es un proceso bastante natural, casi instintivo diriamos.

No os falta mala leche
Bueno, no sé. En un mundo donde se precia la uniformidad de pensamiento y la alineación (emmascarada o no) de la sociedad, creemos que tener la mente despierta y decir la propia opinión es lo mínimo que uno puede intentar hacer. Des de luego, la mala leche se ha convertido en una vía muchas veces necesaria para ello, pues es una forma de despertar a quien le gusta dormir mucho.

Os formastéis en verano y en apenas cinco meses ya tenéis vuestro primer trabajo. ¿Sois precoces a la hora de componer?
El grupo como tal se formó en verano de 2011 pero ya llevábamos desde enero componiendo y grabando las canciones, que en principio iban a salir en el grupo que teníamos entonces, lark about. Como a medida que ibamos componiendo el sonido del grupo tomó una dirección diferente al sonido de lark about y, en verano, cambiamos a un miembro del grupo, decidimos sacar el disco bajo un nuevo nombre y empezar así otra aventura, ya que, en cierto modo, la misma música nos empujaba a ello.

¿Sois fieles a eso de que con sólo cuatro acordes se puede hacer una canción?
Digamos que mantenemos una relación de folleteo con eso, pero sin demasiadas restricciones y mucha libertad, aunque también amor, eh.Nos gusta coquetear con ritmos variados, sonoridades un poco diferentes a las de la immediatez de los cuatro acordes. Realmente creemos que lo importante de una canción es aquello que ésta transmite y no el medio con que lo hace.

¿Cómo se ve la sociedad actual desde la óptica punk?
Como una puta mierda en que las moscas compiten entre ellas para ver quien se queda la parte más grande, quien toma más parte en el pastel. La sociedad se está convirtiendo en un pastel a repartir entre unas ratas de alcantarilla infectadas hasta lo más adentro de su ser por una avaricia irracional que, creemos, sólo nos va a conducir a algo peor que una mierda: una mierda seca. Seca de convicciones y valores que le permitan convertirse en algo otro más allá de una puta mierda.

Es raro escuchar a una banda punk en catalán. En Catalunya tira más el ska o el reggae, ¿qué opináis?
Bueno, ha habido unos años en que el ska y el reggae abundaban bastante, así como el rock catalán del principio. Hoy en día la verdad es que la escena musical está bastante monopolizada por un estilo, el folk-pop-rock que le llaman, popularizado por uno, dos o tres grupos que han creado tendencia y muchas propuestas que siguen este camino están saltando al panorama. En realidad esto es bueno, aunque no si significa que se menosprecie a otros estilos, igualmente representados por muchas bandas que no tienen su espacio debido a esta situación. El amordecimiento general que hay, con bajos decibelios y letras cotidianas que hablan de una cotidianidad en, el más extremo de los casos, tan ácida como un bitter kas, no se asocia demasiado a lo que nosotros somos. Supongo que tenemos una acidez más como el gin a palo seco, por decirlo de alguna manera, y eso resulta de poco interés ahora mismo.

¿Qué retos os planteáis?
Como retos más próximos, conseguir los 800 euros que pedimos, a cambio de diferentes recompensas, para poder editar físicamente el disco, a través del micromecenaje que pronone Verkami. Luego, seguir tocando, conseguir conciertos y conciertos por allí donde nos quieran y presentar 'Bukkake Social' a cuanta más gente mejor. Seguir en esta aventura és el reto más grande, con la suerte que hemos tenido de conocer a tanta gente trastornada por la música, que toca en otros grupos, va a los conciertos como público o los organiza a cambio de casi nada, poco más podemos pedir que seguir estando ahí, disfrutando de cada momento de este viaje que siginifica vivir una vida poseída por el rock'n'roll.

domingo, enero 15, 2012

Los mejores de 2011

2011 se cerró con muchos y muy buenos discos. Con el regreso triunfal de Reincidentes o Hamlet, con el 'bombazo' de Foo Fighters... Hemos descubierto a nuevas bandas de punk rock como Kolegas. Hemos visto en directo a Poncko K, Paul Di'Anno o Los Coronas. Seguro que me he dejado alguno, la lista es muy corta y me ha costado mucho decidirme por unos u otros, pero aquí os dejó los que considero los diez mejores discos de 2011. Se aceptan críticas y sugerencias.

1- Porretas: 20 y serenos
2- Foo Fighters: Wasting ligh
3- Reincidentes: Tiempos de ira
4- Cronometrobudú: El número plateado
5- Koma: La maldición divina
6- Corizonas: The news today
7- Txarrera: Azulejo frío
8- Hamlet: Amnesia
9: Marea: En mi hambre mando yo
10- Kolegas: ¿Dónde está la dignidad?

jueves, enero 05, 2012

Rock 'n' roll de chistera

Elegante y desgarbado. Con americana y chistera. Nick Woodland todavía conserva su pose de gentleman inglés. Es sexagenario. En los sesenta estuvo cerca de unirse a los Rolling Stones. De ser inmortal. Su nombre sonó para sustituir al guitarrista Mick Taylor. Aquello no cuajó. Era muy joven. Ahora toca en solitario, con su banda. Su último disco, ‘The current that flows’, data de 2006. Está de gira por Alemania, donde reside desde hace más de dos décadas.

Woodland ofreció un concierto íntimo en el Lindenkeller de Freising, una ciudad a tan solo treinta kilómetros de Múnich que presume de tener la tasa de desempleo más baja de todo el país. Allí le consideran uno de los bluesman más importantes de Europa. Es muy conocido. La sala es pequeña, pero estaba prácticamente llena. La media de edad rondaba los cuarenta años (también había algún niño). Unos le siguen desde su etapa en los rockeros Gift, otros de su paso por el grupo alemán Sahara. El británico ha tocado con bandas tan diversas como The Clash, Boney M. o Donna Summer. Siempre en un segundo plano.

Esta variedad de estilos se refleja en sus canciones. En Freising traspasó la frontera del rock n' roll, el country o el blues. Es difícil encasillarle, ponerle etiquetas. Tan pronto suena a Bob Dylan como a una película de Quentin Tarantino. Hizo bailar, saltar, reír, se puso profundo… Y eso que tenía un trancazo importante y su estado de forma no era el más apropiado. Resistió como buenamente pudo, toalla en mano y bebiendo zumitos de manzana con agua mineral con gas (apfelschorle) para relajar la garganta. Las gotas de sudor le resbalaban por la cara, pero no se quitó la chaqueta en ningún momento. En la calle, en cambio, hacía un frío que pelaba.

Su banda le da un toque actual, más moderno, aunque apenas le roba protagonismo. El guitarrista británico se desenvuelve a la perfección en el escenario. Él solito se basta. Es el líder. Toco sus canciones más conocidas: ‘Way to my heart’, ‘Tender trap’ o ‘Little Puppet’. Dio muestras de su virtuosismo con las seis cuerdas y vaciló de acento francés con el tema ‘Je vais devenir fou’. El concierto fue entretenido, rápido, amenizado con la constante variedad de géneros musicales. Sin concesiones a la monotonía. Alegre. Woodland bromeó e interaccionó continuamente con el público. Los asistentes, incluido el perro de uno de los músicos, se mantuvieron pausados pero animados. Muchos disfrutaron de la velada con una copa de vino en la mano, otros prefirieron una cerveza de Weihenstephan, la cervecería más antigua del mundo, cuya fábrica está situada a escasos metros del local. Alemania is different.

Woodland se despidió presentando a sus chicos y al grito de “yo soy Lukas Podolski (futbolista del Bayern Múnich)”. En los bises se marcó una versión instrumental del ‘Brand New Cadillac’ del disco ‘London Calling’ de The Clash (o al menos se le parecía mucho). Reservó lo mejor para el final.