jueves, octubre 27, 2016

Pintor Rock 2016: Treinta horas de tralla

Desakato
¿Qué tienen en común la ciudad rusa de Ufá y El Morell? Como dudo que nadie lo sepa, ahí va la respuesta: dos chicas. Sí, dos jóvenes que se van a pegar esta semana más de 5.000 kilómetros para desplazarse desde la fría capital de la República de Baskortostán, al oeste de los Urales, hasta este pueblo de Tarragona. El motivo de su viaje: el PintorRock. Después del palizón del vuelo y el dineral que les cuesta, la organización del festival les premiará con un par de entradas gratis. No serán las únicas que vengan de fuera. Habrá espectadores de casi toda España: hay autobuses organizados desde el País Vasco, Pamplona, Madrid, Zaragoza, Valencia, Castellón, Zaragoza, Barcelona, Girona o Lleida.

El PintorRock crece a un ritmo del 150%. El año pasado metió a 4.500 personas en la Tarraco Arena Plaça (TAP) de Tarragona. Se convirtió en el festival de rock más importante de Catalunya y el segundo de España –por detrás del inigualable ViñaRock–. Su ascensión es más que evidente, tanto en público como en la calidad de los grupos participantes. En consonancia con ello, esta sexta edición será de dos días en vez de uno como hasta ahora. Habrá una zona de acampada con capacidad para unos 2.000 individuos.

El Morell será su cuarta ‘casa’. Arrancó en 2011 en Valls y luego pasó por Cabra del Camp (2012) y Tarragona (2013, 2014 y 2015). Estaba pr

evisto que este año se celebrara en el Parc de la Festa de Reus, pero en septiembre el ayuntamiento reusense (gobernado por CiU) se descolgó con unas tasas que ascendían a unos «inasumibles» 40.000 euros, según los organizadores, que tuvieron que buscar a toda prisa una nueva ubicación.
El PintorRock tendrá lugar este viernes y sábado en la Granja del Frares, un remanso de paz en el corazón de la industria petroquímica. Por delante, treinta horas de música, dieciocho bandas y dos Dj. Predominará el punk rock, pero también habrá rap, reggae o mestizaje. El toque local lo pondrán los tarraconenses Extracto de Lúpulo, que abrirán el festival, y Crim. El viernes pasarán también por el escenario único Auxili, Los Chikos del Maíz, Mala Reputación, Konsumo Respeto, Josetxu Piperrak, Dakidarría y DJ Plan-B. La jornada comenzará a las cinco y media de la tarde (apertura de puertas) y concluirá a las seis de la madrugada.

El sábado será más madrugador. Alas dos y media de la tarde ya se podrá entrar a la carpa. Será el día de Aspencat, Envidia Kotxina, Desakato, Boikot, Gatillazo, Soziedad Alkohólika, Talco, Kop, Lendakaris Muertos, Smokins Souls y Dj Setilla. A las seis de la madrugada se acabará la fiesta. Habrá sesenta minutos extra por el cambio de hora: a las 3.00h serán las 2.00 h.

La entrada para el viernes cuesta cinco euros. Presentando en taquilla el carnet de donante de órganos y tejidos (descargable en la web del PintorRock) es gratuita. La del sábado vale 19 euros. Acampar, 3,50 euros. Habrá food trucks en el recinto.
 

domingo, octubre 02, 2016

Asfalto: No hemos cambiado tanto

No era la plaza de toros de La Ventas ni tocaba ante miles espectadores. Tras el subidón del Rocktiembre, Asfalto volvía a la realidad de los conciertos modestos: fiestas del barrio del barrio de Chamartín de Madrid y un pequeño escenario enfrente de los caballitos de la feria y los chiringuitos de asociaciones y partidos políticos, que se sacaban un dinero vendiendo cervezas, bocadillos y patatas bravas. Casticismo máximo

La música de las atracciones sonaba de fondo mientras el público, poco numeroso pero fiel, esperaba la salida de Julio Castejón y los suyos. Actuación gratuita al aire libre, en el parque de Berlín, en una noche aún de verano pese a ser 30 de septiembre.

Estos Asfalto poco tienen que ver ya con los que partían la pana en los años setenta y ochenta. De aquella época dorada, no sólo de la banda sino también del rock en España, queda su alma y sus canciones. Banda sonora de una Transición y de un periodo de agitación política que vuelve. Sólo Castejón fue testigo de aquello sobre el escenario. Es el único miembro de la formación original que resiste. Más de cuarenta años lleva luchando. Mantiene el nombre del grupo y se ha rodeado de músicos jóvenes, de otra generación. Destaca su hijo Paul, virtuoso de la guitarra y la flauta.

El concierto empezó a la hora de la cena, a las nueve y media de la noche. Horario para  todos los públicos y ambiente familiar. Por delante, hora y media de buen rocanrol y nostalgia. Una cita para expertos en Asfalto, que no se limitó a tirar solo de grandes éxitos, sino que rescató temas menos conocidos de su etapa más reciente. Sin alardes técnicos, con sencillez, sonaron como un grupo del siglo XXI: guitarreros por momentos y poéticos en otros. Enseguida desgranaron la coreada ‘Más que una intención’ y ‘El pescador de sueños’, ejemplos de ambos lados.

Castejón, emocionado y feliz por seguir sobre las tablas, agradeció al público una y otra vez su presencia. Es uno de los grandes del rock patrio. Los tiempos han cambiado (o quizá no tanto), pero su música sigue viva. Sus letras, cargadas de historia, son de las que remueven por dentro al recordar cómo era aquella España gris a la que le costó soltar lastre. ‘Días de escuela’, ‘Al otro lado’ y ‘Capitán Trueno’ rememoraron la época de la leche el polvo, el queso americano y la estufa de carbón. Entonces las canciones eran un símbolo de rebeldía. Y Asfalto era uno de los abanderados de aquel espíritu inconformista, soñador. Aún sigue denunciando las injusticias. El quinteto se fue ovacionado tras ‘Rocinante’ y ‘Ser urbano’. La música paró y volvió el runrún de la feria.