miércoles, septiembre 30, 2009

Entrevista a PaE y Su GuiTarrA

‘En mis conciertos regalo magdalenas’

Tras más de 10 años recorriéndose la provincia de Tarragona con su guitarra, PaE y Su GuiTarrA acaba de grabar su primer CD, un directo que verá la luz a mediados de octubre. También prepara un festival para conmemorar el séptimo aniversario de su programa ‘Mi rollo es el rock’ de Ràdio Sant Pere i Sant Pau. El Rock de la Urbe quedó con él para tomar café y charlar de música.

¿Quién se esconde detrás de PaE y Su GuiTarrA?
Mi verdadero nombre es Marcos Rodríguez. Un día, viendo un vídeo pirata de Manolo Kabezabolo, allá por 1997, me di cuenta de que sabiendo tres acordes de guitarra se podían hacer canciones. Con las cuatro nociones de flamenco que tenía, herencia de lo que había escuchado toda la vida en mi casa, y con la influencia de los grupos que me gustaban (La Polla Récords, Eskorbuto, Extremoduro...) empecé a componer canciones. Curiosamente, la primera que hice, Calimochoman, es la que la gente más me pide en los conciertos.

¿Cómo defines tu música?
Me considero un cantautor flamenco, heavy, rock, cutre... pero con gusto. Flamenco, por la influencia de Camarón, El Cabrero o Paco de Lucía; heavy, por Barón Rojo, Iron Maiden o Judas Priest; punk, por La Polla, Eskorbuto o Kortatu; rock, por Rosendo, Barricada o Los Suaves; y cutre, porque si al principio, hace doce años, sólo sabía tres acordes, ahora sé seis o siete y puntear un poco. Pero con gusto.

Eres un poco autodidacta.
Sí, aunque he tenido dos profesores de guitarra. Con el primero estuve seis meses. Lo dejé porque tenía que dedicarle muchas horas y no podía tocar lo que me gustaba. Y_con el segundo, más o menos lo mismo. Me cansé y decidí practicar yo solo en mi casa.

¿De qué hablan tus canciones?
Las primeras eran muy punkis y antisistema. Cogía la guitarra, escribía cualquier cosa, le ponía dos acordes y hacía cinco canciones en una tarde. Ahora me he vuelto más introspectivo y hablo sobre mi día a día, el paro, lo que supone ser padre... Intento currármelo un poco más, aunque echo de menos la inmediatez del principio.

En octubre sacarás tu primer CD, un directo que grabaste el 16 de julio en La Vaquería, en Tarragona.
He seleccionado 16 canciones mías y dos popurrís. El objetivo es conseguir más conciertos, que la gente me escuche y llegar un poco mejor a fin de mes. Si tiene una buena acogida haré una tirada en un soporte atractivo, con su portada –diseñada por Napi–, libreto y contraportada. En los conciertos lo venderé en un formato más ‘cutrillo’ a un precio mínimo de un euro y máximo de 10.000.

¿Tienes previsto salir de gira?
De momento, tocaré el 3 de octubre en el Rokbar de Tarragona; el 16, en la Sala Feeling de Amposta, como telonero de Neurastenia, y el 14 de noviembre, en Sant Pere i Sant Pau. Y para que acabéis hasta el gorro de mí, me recorreré todos los bares de Tarragona, Salou y alrededores para ver si alguien me quiere contratar.

En tus conciertos lanzas magdalenas al público...
Un tío con una guitarra que simplemente canta y presenta sus canciones durante una hora y media o dos horas puede llegar a aburrir. Me di cuenta de que debía aportar algo más, así que me dio por regalar magdalenas a la gente. Es algo surrealista, en la línea de los Monty Python o Muchachada Nui... aunque cuando hay niños entre el público los padres me lo agradecen. También salgo con pelucas, me disfrazo o me maquillo.

Con motivo del séptimo aniversario de tu programa de radio, ‘Mi rollo es el rock’ (Ràdio Sant Pere i Sant Pau), estás organizando un festival...
En principio, se celebrará el 14 de noviembre en el centro cívico de Sant Pere i Sant Pau. Tocarán cuatro grupos de Tarragona: Ausentes (rock urbano), A Pelo (rock’n’roll), From Hell (heavy metal) y yo. Elegí las bandas a boleo. En Tarragona hay grupos muy buenos, Los Burton, Palo de ciego, Kaso perdido, Extracto de Lúpulo, Mientras tanto, Ankor..., pero no podía incluirlos a todos en el festival.

lunes, septiembre 14, 2009

Una noche sin tregua de rock'n'roll

He perdido la cuenta de las veces que visto en directo a Rosendo y Barricada. Siempre en las primeras filas. Solo o acompañado. Me he dejado la voz en sus conciertos, como un fan enloquecido. Me enganché al rock con Leño y lo saboreé con Barricada. Forman parte de mi historia. La casualidad me impidió verlos juntos sobre el escenario en la gira ‘Otra noche sin dormir’ (me tuve que conformar con el DVD). Pero la suerte me brindó una nueva oportunidad… o casi.

Barricada y Rosendo abrieron el festival Cambrirock, en Cambrils (Tarragona) y no falté a la cita. Esta vez no acampé en las primeras filas (el barro, como digo yo), sino en el foso. Ventajas de ser periodista. Emocionado, me sentí un privilegiado. A escasos centímetros de mis ídolos de adolescencia. Por unos momentos, sentí que estaba en un concierto privado para los quince periodistas acreditados que estábamos allí haciendo fotos. Pero detrás de mí había más de 2.000 personas, de diferentes generaciones.

Barricada y Rosendo compartieron cartel pero no escenario. Nos quedamos con las ganas de verlos mano a mano. Los navarros salieron primero (las jerarquías hay que respetarlas). Arrancaron como acostumbran: con el ritmo circense ‘Sean Bienvenidos’. Era lo único previsible de su actuación. Da igual las veces que los hayas visto en directo, siempre te sorprenden. La banda pamplonesa sigue perfectamente engrasada. Desde el primer minuto se mantuvieron muy activos sobre el escenario. Son incansables. El Drogas lanzaba muecas al público, mientras se contorsionaba con su peculiar forma de tocar el bajo. Y unos rejuvenecidos Alfredo y Boni daban buena cuenta de sus guitarras eléctricas. Barricada en estado puro. Sonaron los temas más emblemáticos de sus 27 años de carrera: ‘Rojo’, ‘En la silla eléctrica’, ‘Animal caliente’, ‘En blanco y negro’… No dieron tregua a los asistentes en ningún momento. Sólo faltó algún adelanto de su próximo disco. ‘La tierra sorda’, sobre la Guerra Civil española…

Rosendo recogió el testigo. El de Carabanchel, icono del rock en este país, sigue congregando a un buen puñado de fieles seguidores. Es el jefe, y se nota. Ataviado con una camiseta negra, unos pantalones vaqueros y sus inconfundibles zapatillas de deporte, el ‘tito Rosen’ hizo vibrar al personal con su sola presencia. Verle encima del escenario impone respeto. Su cara refleja el paso del tiempo, pero, afortunadamente, mantiene intactas sus ganas y su ilusión. Es un animal único en su especie. “Con esta canción se les pondrán los pelos de punta a los más mayores”, comentó antes de tocar ‘El Tren’, uno de los clásicos de Leño. Rosendo dio un buen repaso a su dilatada carrera, interpretando temas que ya forman parte de la historia del rock’n’roll: ‘Agradecido’, ‘Flojos de pantalón’, ‘Por meter entre mis cosas la nariz’ o el maltratado ‘Maneras de vivir’. Con él concluyó la primera jornada de un descafeinado Cambrirock, que continuó los tres días siguientes a ritmo de hip hop, mestizaje o música indie.